Senador Benedetti y ASMUBULI trabajarán conjuntamente en modificaciones al proyecto de ley que busca regular el Trabajo Sexual en Colombia.

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Constancia, insistencia y persistencia han sido tres características de la gestión que las Mujeres Trabajadoras Sexuales de ASMUBULI adelantamos en nuestra diaria labor y poco a poco van surgiendo los resultados.


El pasado jueves 9 de octubre, las Mujeres Trabajadoras Sexuales (MTS) logramos dialogar con el senador Armando Benedetti Villaneda, promotor del proyecto de ley que buscar regular el Trabajo Sexual en Colombia.
Este encuentro se hizo posible a través de una sesión en línea (hangout) que convocó el periódico El Tiempo, diálogo en el que el congresista escuchó los puntos de vista de la Coordinación Nacional de ASMUBULI, cargo bajo mi responsabilidad y gestión.
En el encuentro también participaron Gabriela Bejarano, Mujer Trabajadora Sexual lideresa de esta comunidad; y Laura Robles, periodista del diario El Tiempo que ha dedicado parte de su trabajo informativo al tema de las mujeres, quien escuchó los distintos planteamientos y expresó su punto de vista.
En desarrollo de la sesión el senador Armando Benedetti se comprometió a trabajar de manera conjunta con ASMUBULI en la construcción del proyecto de ley, propósito para el cual se reunirá con voceras de la organización el próximo martes 14 de octubre.
En esta nota, relato brevemente lo que se dialogó durante una hora. La conversación fluyó y allí compartimos nuestros conceptos, los cuales presento en bloques de intervención para facilitar que el lector conozca la posición de cada una de las personas.

La perspectiva del parlamentario

Al abrir el diálogo, Benedetti Villaneda aclaró que la iniciativa ya pasó el primer debate.
Explicó que el proyecto nació de la Sentencia 629 de 2010, expedida por la Corte Constitucional, mediante la cual se reconoce el oficio del Trabajo Sexual, situación que hace necesario valorar el oficio desde la perspectiva de la seguridad social.
Posteriormente, señaló que la iniciativa legislativa busca que las personas que ejercen el Trabajo Sexual tengan acceso a la seguridad social y que ellas no sean maltratadas por los propietarios de los establecimientos de comercio.
El parlamentario precisó que el proyecto también contempla la creación de unos fondos para brindar apoyo a las personas que quieran retirarse del oficio.
Respecto del Código de Policía, también conocido como el Código de Convivencia Ciudadana, el senador dijo que tomará la vocería de las Mujeres Trabajadoras Sexuales, “pues generalmente estas reglamentaciones son restrictivas y abusivas con las libertades individuales”.
Finalmente, Benedetti Villaneda expresó que el Trabajo Sexual es un oficio y tiene derechos como cualquiera otro oficio.

ASMUBULI: “No queremos chocar, queremos construir”

Con esta frase abrí mi intervención, en esta primera oportunidad que tenemos las MTS de ASMUBULI para dialogar con el promotor de la iniciativa legislativa.
Señalé que la lucha de las Mujeres Trabajadoras Sexuales es por la participación en la construcción de aquello que beneficia a quienes ejercen el Trabajo Sexual. Queremos que se siente a debatir y construir las modificaciones correspondientes, desde la perspectiva de las MTS. No vamos a chocar… queremos construir.
Las Mujeres Trabajadoras Sexuales buscamos aliados y no enemigos. Trabajar de nosotras para nosotras en la construcción de nuestros derechos fundamentales.
Las MTS enfrentamos agresión y explotación por parte de las entidades de gobierno, de salud, de la Fuerza Pública y de los establecimientos de comercio. Analizamos la situación de las adultas mayores y encontramos la falta de responsabilidad del Estado frente a la situación que atraviesa nuestras compañeras mayores, aunque somos parte de la ciudadanía.
El trabajo sexual es digno pero las condiciones en las que prestamos los servicios son indignas.
El Código de Policía nos obliga a cumplir con una capacitación, aunque es un manual de convivencia para los habitantes del Distrito Capital. ¿Por qué imponer estas condiciones a nuestra población, clasificada como población vulnerable?
Las Mujeres Trabajadoras Sexuales no nacimos vulnerables. Somos vulnerables para quienes nos quieren ver así.
Si una MTS no tiene la certificación de la capacitación que establece el Código de Policía no puede trabajar en ningún establecimiento. Además, se han registrado casos de compañeras que no cuenta con el certificado y algunos agentes de la policía les exigen dinero o servicios sexuales a cambio.
Las zonas de alto impacto, también conocidas como zonas de tolerancia, es un aspecto que contempla el proyecto de ley. ASMUBULI no está de acuerdo con la conformación de estas zonas.
Consideramos que el escenario implica un trabajo conjunto entre Mujeres Trabajadoras Sexuales, propietarios de establecimientos y entidades del gobierno para evitar que la zona se convierta en un sector inseguro.
Para que puedan funcionar las zonas de alto impacto, éstas deben tener seguridad de la Fuerza Pública durante las 24 horas del día, de tal modo que se logren establecer como sectores para el ejercicio del Trabajo Sexual y no para otro tipo de actividades tales como el comercio de sustancias psicoactivas y delincuencia común.
En relación con el lenguaje del proyecto de ley, reitero que es necesario hablar de Trabajo Sexual y no de prostitución ni de mujeres en condición de prostitución. Este cambio en la iniciativa legislativa permitirá que la intención armonice con la Sentencia 629 de 2010.
Las Mujeres Trabajadoras Sexuales estamos separadas de la sociedad, del Estado y de las normas construidas en beneficio de la ciudadanía, de la cual somos parte. Nosotras no somos el problema. Somos parte de la solución.

Las barreras que encontramos

Gabriela Bejarano, quien participó en este diálogo y es Punto Focal Suplente de Colombia para la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex), señaló que uno de los obstáculos que encontramos las MTS cuando nos acercamos a las entidades del Distrito Capital y a los servicios de salud es la comprensión cultural que trata sin distinción dos condiciones diferentes: prostitución y Trabajo Sexual.
Señaló que el Trabajo Sexual es la tercera actividad económica que mueve recursos y en este contexto solicitó, en nombre de la comunidad de MTS, que el Gobierno Distrital enfoque su atención en nuestros requerimientos y defensa de nuestros derechos.

La perspectiva de la Mujer Periodista

Laura Robles, quien ha desarrollado trabajo en torno a distintos aspectos relacionados con la problemática de la mujer, precisó que la policía debe entender que el Trabajo Sexual no es ilegal y se tiene pleno derecho para su ejercicio.
“Necesitamos un cambio de chip con la población joven frente a estos temas y eso es sólo posible con educación (…) Los entes de control deben entender este tipo de situación fuera de una mirada moral”, dijo.
Posteriormente, expresó en su cuenta de Twitter que el Trabajo Sexual es un tema que no se debe esconder “debajo de la alfombra del país. Ellas y ellos tienen los mismos derechos”.

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