El 2 de Junio se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Mujeres Trabajadoras Sexuales. Ese día, pero en 1975, ciento cincuenta mujeres trabajadoras sexuales fueron refugiadas en la Iglesia de St. Nizier en Lyon, Francia, para exigir el cese de la violencia policial.
El pueblo protegió y apoyó el reclamo de las trabajadoras sexuales y la huelga se extendió por otras ciudades de aquel país.
Ese es el primer registro histórico de una huelga de trabajadoras sexuales de tanta magnitud. Por primera vez las mujeres se posicionaron como trabajadoras, mujeres trabajadoras sexuales, quienes lograron hacer visibles sus problemáticas, y hacerse ver como sujetas de derechos. Resistieron durante una semana hasta que el 10 de junio fueron violentamente reprimidas. La justicia nunca investigó la represión que sufrieron aquel día ni la que denunciaban.
Hoy seguimos enfrentando los mismos problemas en cada país de Latinoamérica y el Caribe, como en el resto del mundo. El proxenetismo, la persecución policial, los asesinatos, las condiciones indignas de trabajo y de vida son parte de una problemática constantes que debemos enfrentar todos los días. Cuarenta años más tarde también sufrimos la violencia de quienes en forma paternalista quieren asignarnos una identidad de victimas.
Pero el mundo ha cambiado desde que estas valientes mujeres se animaron a romper el silencio, porque hemos cambiado nosotras y estamos cambiando la realidad. Hoy existen las redes nacionales y regionales de Mujeres Trabajadoras Sexuales que participan en el diseño, evaluación e implementación de políticas públicas en salud y otros temas relacionados. Y mientras algunas personas influyentes y gobiernos quieren arrastrarnos y confundirnos con el tema de trata de personas, nosotras estamos impulsando proyectos de ley progresistas que regulen el trabajo sexual autónomo.
Siguiendo el ejemplo de las trabajadoras de Lyón, la RedTraSex y sus organizaciones nacionales crecen y se fortalecen en la lucha por el respeto de nuestros derechos, y en la reivindicación de una vida libre de violencia, con condiciones de trabajo dignos, con atención integral de nuestra salud, sin estigma ni discriminación.
En este día de conmemoración, celebración y reflexión urgimos a los gobiernos y legisladores de la región que dejen de ser cómplices de la violencia, la corrupción y el abuso de los derechos humanos. Y estaremos exigiéndolo en los espacios nacionales e internacionales como la Organización de los Estado Americanos (OEA).
El 2012 será un año clave para nuestro movimiento, en nuestro quinceavo aniversario como red y en el inicio de la implementación del proyecto regional del Fondo Mundial, podremos reafirmar fuerte y claro que aquí estamos para quedarnos.
Nada para nosotras, sin nosotras.