Desde la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) queremos saludar a todas las compañeras trabajadoras y compañeros trabajadores en este día de lucha por las reivindicaciones de la clase obrera.
En este día donde se recuerda a los Mártires de Chicago, sindicalistas anarquistas, que fueron asesinados por luchar por mejores condiciones laborales, las trabajadoras sexuales seguimos luchando por nuestros derechos laborales, exigiendo el reconocimiento y el respeto de nuestra actividad.
Las mujeres que nos reconocemos como TRABAJADORAS SEXUALES formamos parte de la clase trabajadora, y como tal, junto a los sectores populares y sociales más desfavorecidos (mujeres, jóvenes, pobres) sufrimos el despojo de los derechos más básicos, la exclusión, la precariedad, la discriminación, la violencia, el recorte permanente de nuestras libertades.
Por eso, este 1º de mayo alentamos a continuar la lucha por mejores condiciones de trabajo para todos y todas, por salarios dignos, por la desaparición de la brecha salarial de género, y contra todo tipo de explotación laboral. Nosotras somos un Sindicato de las Trabajadoras Sexuales Autónomas de la Argentina. No aceptamos patrones ni proxenetas. Somos mujeres que llegamos a la esquina por distintas razones, pero trabajamos por opción propia, sin explotadores que se queden con una parte de nuestro trabajo. Buscamos el acceso a los derechos básicos de una jubilación y una obra social, pero sobre todo compartimos la lucha por una sociedad más justa e igualitaria para todos y todas, sin explotadores ni explotados. Ese es nuestro sueño y sabemos que podemos lograrlo. Por eso creemos que nuestra ley que propone regular el trabajo sexual autonomo es revolucionaria.
Sabemos que formamos parte de una mayoría excluida y discriminada, sometida históricamente a todo tipo de maltratos. Pero luchamos para cambiar nuestra realidad y también para cambiar el mundo. Soñamos con una sociedad más libre e igualitaria, sin explotadores ni machismo. Una sociedad donde los trabajadores y las trabajadoras seamos sujetas de derecho. Sin derechos laborales no habrá justicia social.