La herramienta más poderosa en la respuesta al #VIH es la prevención.
Luego de más de 20 años de arduo trabajo de la Red de Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe, con la participación de activistas, organizaciones de la sociedad civil, personas viviendo con VIH y algunos gobiernos, y a pesar de ser una de las poblaciones vulnerables al VIH, estamos orgullosas de afirmar que la prevalencia de transmisión del virus en las trabajadoras sexuales ha disminuido.
Sin embargo, este logro no es suficiente, porque en Latinoamérica y el Caribe 2,1 millones de personas viven con VIH y el 25% no lo sabe. Es por esto que exigimos que los Estados desarrollen e implementen políticas públicas de salud para todas las personas y en particular para nosotras. Políticas de salud que no nos criminalicen ni discriminen, como los test de VIH compulsivos para los carnets sanitarios de algunos países de la región.
Porque la estigmatización de las trabajadoras sexuales se convierte en una barrera para nuestro acceso a la salud integral. No queremos que las prácticas de salud atiendan solo nuestras vaginas, si no que aborden nuestra salud de manera integral.
Por otro lado, celebramos las oportunidades de acceso al tratamiento, pero insistimos que el presupuesto destinado a la respuesta al VIH no debe agotarse en ese recurso, si no también en la prevención, que es la herramienta más poderosa en la respuesta al VIH.