Este 28 de septiembre las mujeres trabajadoras sexuales levantamos la voz por la despenalización y legalización del derecho al aborto.
Así como luchamos por nuestros derechos laborales y por la regulación del trabajo sexual, también consideramos el pleno respeto y cumplimiento de nuestros derechos sexuales y reproductivos una exigencia irrenunciable.
Los Estados de la Región son conscientes que la penalización del aborto no disminuye el número de prácticas, sino que provoca el aumento de mortalidad y morbilidad materna, donde en un contexto tan desigual como el de Latinoamérica y el Caribe, las mujeres de menores recursos encabezan la cifra, viéndose obligadas a abortar en un entorno de clandestinidad, temor y peligrosidad, acudiendo a lugares en los que las condiciones de realización son precarias e inseguras.
Estamos hablando de una cuestión de salud pública donde los Estados deben proveernos a todas las mujeres las herramientas necesarias para evitar los embarazos no deseados, tomando en cuenta nuestra decisión en cuanto a si queremos ser madres o no y cuándo es el momento.
Quienes se benefician de la penalización del aborto, son las instituciones y actores que aprovechan el contexto de ilegalidad para merced y lucro propio: fuerzas de seguridad, funcionarios públicos y políticos, mafias médicas; las mismas instituciones y actores que se benefician directa e indirectamente de la clandestinidad del trabajo sexual.
Por eso, desde RedTraSex demandamos hoy y todos los días que se garantice la libertad de todas las mujeres sobre nuestros propios cuerpos y decisiones. El hecho de imponer penas a las mujeres por abortar pone en riesgo los derechos de todas.
Por eso este 28 de septiembre, más que nunca decimos #AbortoLegalySeguro porque no queremos más mujeres #NiMuertasNiPresas.
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