Las requisas además de ser frecuentes, y generalmente infundadas y arbitrarias, sobre todo en los espacios abiertos, suelen ser sumamente humillantes para las mujeres, ya que más que una simple revisión en ellas se producen situaciones de abuso sexual, violencia física, violencia verbal y abuso de autoridad.
“La intervención policial. Porque si tienen permiso esos locales, saben que las chicas están bien controladas, entonces, ¿Por qué ellos tienen que llegar tirando las puertas, tomándonos fotos, filmándonos con sus cámaras? Cuando esto es bien íntimo, ya que las trabajadoras sexuales estamos desnudas, porque a veces trabajamos con todo, y que vengan ellos de frente con cámaras a tomarnos fotos. O sea, violan nuestros derechos”
(MTS, espacio cerrado, Perú)
“Bueno a mí lo que no me ha gustado es que a veces los policías lo abusan a uno. Uno tiene que sacar todo lo que anda en el bolso y tirarlo ahí en media calle para que ellos vean lo que uno anda porque ellos piensan que uno anda drogas o yo quien sabe qué y por más que uno le diga que uno no es drogadicto ni usa drogas siempre insisten. Además lo van a toquetear todo a uno ahí en media calle, hasta las policías las mujeres lo toquetean a uno ahí en media calle delante de todo mundo, pasan chiquitos y donde hay gente a ellos no les importa… eso es una vergüenza para mí”
(MTS, espacio público, Costa Rica)
“A mí me llevaron a un hotel, como yo trabajo en la puerta de una pizzería, me llevaron a un hotel y una [policía] mujer te revisa toda. Tenés que sacarte todo y te revisan, te sacan el corpiño, te abren la boca, el oído, te sacan la bombacha, te abren la cola.”
(MTS, espacio público, Argentina)
“Una vez carabineros allanó la galería y estaban por todas partes, vinieron con la TV y decían que tenían que grabar todo y toda la gente mirando, como si fuéramos delincuentes y cerraron los café con los clientes y todo”
(MTS, Espacios Cerrados, Chile)
«Siguiendo con el tema de la policía, los departamentos están todos clausurados, la policía llega y arrebata la puerta y les da lo mismo si hay o no gente, llegan y entran sin una orden y se llevan a todos, mujeres o clientes»(MTS, Espacios cerrados, Chile)