El lunes 15 de abril, una mujer trabajadora sexual murió en Providencia, Santiago de Chile, durante un confuso incidente.
La compañera identificada como Jenny Ramos Valencia de 30 años y nacionalidad colombiana, ejercía el trabajo sexual en un departamento que alquilaba en el 10mo piso de un edificio de la mencionada ciudad.
El fallecimiento de la víctima, luego de caer desde el 8vo piso, fue interpretado en primera instancia como un posible suicidio, sin embargo esta hipótesis fue inmediatamente descartada. Según la fuerza de seguridad, Jenny habría escapado de su departamento luego de una discusión con un hombre de 41 años con el que se encontraba.
Frente a estos sucesos, Fundación Margen de Chile, miembro de la RedTraSex, declaró en un comunicado que este caso “muestra que el trabajo sexual en Chile está presente en todos los estratos socioeconómicos y constituye una opción laboral legítima de numerosas mujeres chilenas y migrantes”.
La organización de trabajadoras sexuales de Chile, planteó en su comunicado que es “preciso que la sociedad discuta sobre la regulación del comercio sexual en sus distintas modalidades, pues son muchas las Trabajadoras Sexuales que se encuentran totalmente desprotegidas en materia de derechos laborales”.
Asimismo las compañeras de Margen exigieron a los medios que “esta noticia sea tratada con altura en pos de visibilizar las problemáticas que viven las mujeres Trabajadoras Sexuales chilenas y migrantes en el país; sin fomentar la estigmatización y criminalización de las compañeras por parte de los medios de comunicación”.
En la búsqueda de un acceso igualitario a la justicia y a una vida libre de violencia, desde la organización miembro de la RedTraSex exigen a las autoridades que se esclarezca el hecho y se haga justicia, “puesto que la vida de una Trabajadora Sexual merece el mismo respeto que la vida de cualquier otra persona”, finaliza el comunicado.