Frente al cierre de locales integrantes de ONAEM se reunieron con el Defensor del Pueblo, funcionarios y representantes de la policía para defender los derechos laborales de las trabajadoras sexuales.
Durante la reunión se propusieron actividades y operativos conjuntos entre las autoridades y las trabajadoras sexuales, para evitar que se vulneren sus derechos y en cambio visibilizar las condiciones en las que trabajan las compañeras bolivianas en la ciudad de Oruro.
“Los locales fueron clausurados debido a la falta de pagos de impuesto por parte de los dueños de los mismos, acción que perjudica a las compañeras”, explicaron desde ONAEM, por ello las integrantes de la organización propusieron que las deudas puedan ser saldadas en cuotas y evitar dejar en la calle a miles de mujeres sostenedoras de hogar.
Durante la reunión mantenida, las autoridades relacionadas al caso asumieron el compromiso de apoyar a las mujeres trabajadoras sexuales en cualquiera de sus demandas.
La situación de las compañeras en Oruro es complicada, explicaron desde ONAEM “en cuanto a temas de salud tienen un espacio pequeño el cual no cuenta con las condiciones necesarias para su funcionamiento y una atención de calidad, a la vez se dan atropellos de instituciones municipales en las denominadas ‘batidas’ en las que se realizan los controles compulsivos”.
La situación que atraviesan las trabajadoras Sexuales de Oruro pone una vez más en evidencia la importancia de que el trabajo sexual sea reconocido como trabajo, y quienes lo ejercen puedan gozar de los mismos derechos que el resto de los trabajadores.
La organización de las compañeras en la defensa de la libertad de su trabajo y contra la violencia policial es fundamental y necesaria, pero requiere de políticas gubernamentales que apoyen y trabajen en la defensa de sus derechos, solo así se alcanzará un mejor futuro para todas y todos quienes ejercen el trabajo sexual.