A cien años de la rebelión de las putas en San Julián
Fue el grito que entonaron las trabajadoras sexuales Amalia, Ángela, Consuelo, María, Maud y Paulina, cuando resistieron a escobazos la represión que sufrieron por parte de los soldados con quienes decidieron no sostener relaciones sexuales, luego de que estos perpetuaran una de las tragedias más oscuras de la historia argentina: el fusilamiento de 1500 personas en la represión militar a la huelga de trabajadores de estancias en el sur del país.
Hace 100 años, un 17 de febrero de 1922 ocurrió el hecho que se conoce como la rebelión de las putas de San Julián, cuando fueron ellas las únicas que mostraron una clara indignación y rechazo al prohibirles la entrada a los soldados fusiladores al prostíbulo “La Catalana” del cual era dueña una de ellas, Paulina Rovira. El historiador argentino Osvaldo Bayer encontró este hecho de resistencia en sus investigaciones, ellas fueron las únicas que reaccionaron ante la injusticia, no nos extraña, ni la curiosidad de nuestro amigo Bayer ni la decidida postura de ellas, cuando la opresión la vivimos toda nuestra vida, jamás podremos estar del lado del opresor.
En esta fecha las trabajadoras sexuales de Latinoamérica y el Caribe las recordamos a ellas mencionando la filiación policial que se registró en ese entonces y que Bayer encontró en el momento de su pesquisa, la cual años después, terminó en una obra de teatro que recorrió el país narrando este episodio de la historia argentina, pero no el del fusilamiento, sino, el de la resistencia e indignación de las trabajadoras sexuales del puerto San Julián. Es hora de que la memoria de nuestros pueblos empiece a ser contada a cabalidad, de una vez libre de moralismos, estigmas y prejuicios:
Consuelo García, 29 años, argentina, soltera, profesión: pupila del prostíbulo “La Catalana”
Amalia Rodríguez, 26 años, argentina, soltera, pupila del prostíbulo
Ángela Fortunato, 31 años, argentina, casada, modista, pupila del prostíbulo
María Juliache, española, 28 años, soltera, 7 años de residencia en el país, pupila del prostíbulo
Maud Foster, inglesa, 31 años, soltera, con diez años de residencia en el país, de buena familia, pupila del prostíbulo
“Jamás creció una flor en las tumbas masivas de los fusilados; sólo piedra, mata negra y eterno viento patagónico. Están tapados por el silencio de todos, por el miedo de todos. Sólo encontramos esta flor, este gesto, esta reacción de las pupilas del prostíbulo “La Catalana”, el 17 de febrero de 1922. El único homenaje a tantos obreros fusilados”. Osvaldo Bayer en “La inesperada derrota de los vencedores”
