Ayer, 18 de noviembre, despedimos a una feroz compañera, valiente y comprometida. Mónica Lencina fue fundadora de la primera organización local de trabajadoras sexuales en San Juan, Argentina, y desde allí amplificó nuestras voces a nivel nacional. Su entrega incansable y su pasión por la militancia marcaron un camino que seguimos recorriendo.
Gracias a compañeras como Mónica, nuestro movimiento sigue creciendo y fortaleciéndose.
Por ella y por todas las compañeras que despedimos en nuestras ciudades, provincias y países, seguiremos exigiendo derechos en toda América Latina y el Caribe. Seguiremos luchando por acceso a servicios de salud y condiciones dignas, porque nuestras vidas importan.
Hoy y siempre, Mónica, honraremos tu legado.