Esta Alianza se suma a colaborar con la llamada de la Relatora Especial sobre violencia contra las mujeres y niñas. Dejamos claro que el formato y la consulta lanzada por la Relatora, a nuestro entender, tiene un sesgo que direcciona la misma sin dar lugar a que las protagonistas puedan expresarse con libertad y sin acotarse a un discurso que prejuzga y da por supuestos conceptos y definiciones que contraviene los avances en la garantía y reconocimiento de derechos humanos.
Desde la convocatoria aprecia un desconocimiento de la existencia del trabajo sexual y una confusión entre trata y trabajo sexual, que vulnera los derechos de las personas que ejercen el trabajo sexual y las expone a violencia y abusos, dado que las operaciones antitrata se dan en un contexto de alta discriminación hacia ellas. El trabajo sexual como actividad consentida entre personas adultas es un derecho que debe diferenciarse de la trata y las violaciones de derechos humanos
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