Fue un 13 de octubre de año 2005, que un pequeño grupo de mujeres Trabajadoras Sexuales tomaron el valor para crear una organización 100% conformada por mujeres ejerciendo el trabajo sexual, para defenderse de la violencia institucional, discriminación y el estigma de una sociedad muy conservadora y sobre todo religiosa.
Coni, Rosi, Zuleyma, Ana y Reyna, son algunas de esas mujeres que 15 años desde esa primera reunión en una de las bancas del Parque Cuscatlán ubicado en el centro de la ciudad capital salvadoreña, continúan realizando acciones en defensa de más de 44 mil mujeres de todo el país, que ejercen este trabajo para el sostenimiento de sus familias y que a través del pago de impuestos, adquisiciones de bienes y servicios varios, contribuyen al crecimiento económico que llega a las arcas del Estado.
Ante la pandemia del coronavirus, la celebración de los quince años de fundación se realizó vía Facebook Live, una charla con temas de interés y participación de mujeres protagonistas de la evolución del Movimiento de Mujeres Orquídeas del Mar, como es Elena Reynaga, quien jugó un papel de mucha importancia, para la formación de la organización, principalmente porque Elena ha sido desde hace 23 años la voz de miles de mujeres trabajadoras sexuales ante organismos internacionales y jefes de Estado.
También participaron América Romualdo y Cristy Roque, feministas que han aportado, por ejemplo, a la redacción y marco conceptual de una propuesta de ley del Trabajo Sexual Autónomo en El Salvador, junto a mujeres de todo el país que participaron en una serie de consultas y talleres para redactar una propuesta desde la visión integral de las mujeres trabajadoras sexuales.
María Consuelo Raymundo (Conie), la trabajadora sexual que no ha descansado un solo día, desde ese 13 de octubre de 2005, a pesar de las enfermedades que ya le pasan factura, expresó en la charla que aún hay mucho camino por recorrer, hasta que el trabajo sexual sea reconocido por el Estado salvadoreño.