La tesis “Empoderamiento en el trabajo sexual como una evidencia desde las Mujeres Trabajadoras Sexuales para la problematización del cuerpo y la sexualidad desde el feminismo» describe cómo el trabajo que hacen las compañeras en Nicaragua se inscribe en el feminismo.

Las mujeres trabajadoras sexuales organizadas (MTS) hacen un aporte a la agenda del feminismo con su trabajo realizado. Esto dice Elvis González Salvatierra, un comunicador social en la tesis que acaba de presentar y que explora la relación de las mujeres trabajadoras sexuales organizadas y el feminismo. Exactamente, la investigación entretejió el empoderamiento de las MTS, el feminismo y el trabajo sexual.

Su tesis para optar al grado de Master en perspectivas de género y desarrollo, en la Universidad Centroamericana en Managua se titula “Empoderamiento en el trabajo sexual como una evidencia desde las Mujeres Trabajadoras Sexuales para la problematización del cuerpo y la sexualidad desde el feminismo».

González explica que la asociación de MTS Girasoles Nicaragua es una organización feminista en tanto se asume como una organización donde las mujeres se acompañan para empoderarse individual y colectivamente. Hay feminismo a partir de los avances que han tenido para reivindicar derechos y el hecho de que se declaran feministas. Además enfatiza que la Coordinadora de Girasoles Nicaragua, María Elena Dávila, ha declarado en entrevistas que de haber llegado antes al feminismo los resultados del trabajo de la organización serían mayores.

De acuerdo con los hallazgos de González en su investigación, Girasoles Nicaragua tiene prácticas organizativas sustentadas en la teoría feminista como movimiento político: la apropiación del cuerpo, la negociación del condón, la no violencia que ellas no reciben, el saber diferenciar la violencia, la realización de la denuncia organización.

La tesis de González ya fue presentada y espera que los resultados aporten al debate dentro del Movimiento de Mujeres, pues para él las MTS organizadas hacen un aporte a la agenda feminista como un movimiento político emancipatorio de los cuerpos y de la sexualidad que critica los moralismos y los fundamentalismos.

Según González, investigar más sobre las MTS, su manera de organizarse, sus relaciones familiares y sus logros a partir de este trabajo como individuas y como mujeres organizadas aportaría en la erradicación del estigma y la discriminación.

Recomienda profundizar sobre la verdadera lógica del trabajo sexual autónomo. El encontró que las mujeres dentro del trabajo sexual tienen relaciones más igualitarias con los hombres porque se establecen una negociación. Además observó aceptación de los hijos e hijas y el reconociendo del trabajo sexual como un trabajo.

González expresa que las MTS autónomas se observan más libres y más autónomas para poder compartir su experiencia con otras mujeres cuando se reconocen como tales. Además encontró que trabajo sexual no significa desolación, violencia o experiencias negativas, sino que a partir de la sexualidad es posible generar ganancias que van más allá de lo monetario. Por tanto reconoce que es un tema que debería conocerse más, sobre todo la parte de relaciones familiares. Más conocimiento del tema, según González, aportaría a la regularización del trabajo sexual como un trabajo para que éste sea visto por la sociedad sin estigmas y como una actividad que es posible seleccionar.