El Documento Regional de la Sociedad Civil Beijing+20 América Latina y el Caribe incluye especial mención a la violencia que la falta de regulación sobre el trabajo sexual genera sobre las trabajadoras sexuales. En el informe se da cuenta de avances y pendientes en el cumplimiento de los compromisos que los Estados firmaron en 1995 en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, China, y que tenían por objeto mejorar el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres.
«En los países de la región, a excepción de Uruguay, el ejercicio de la prostitución o trabajo sexual voluntario (según las definiciones en cada país) no está reconocido como trabajo y por lo tanto no hay normas que lo regulen. Esta falta de regulación ha hecho que muchas veces, en el marco de políticas que pretenden proteger a la población de actividades ilícitas como la trata de personas para explotación sexual, se sancionen leyes que de manera indirecta, pero efectiva en la práctica, vulneran constantemente los derechos de estas personas. Esto determina una desprotección y violación de derechos como violencia, estigma y discriminación, que no podemos aceptar en ningún caso».
Así lo dice el Documento Regional de la Sociedad Civil Beijing+20 América Latina y el Caribe, sobre avances y pendientes en el cumplimiento de los compromisos que los Estados firmaron en 1995 en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, China, y que tenían por objeto mejorar el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres.
El documento presenta avances y pendientes en las 12 esferas de preocupación que se plantearon hace 20 años y formula una serie de recomendaciones para los Estados de Latinoamérica y el Caribe.
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