Elena Eva Reynaga habla sobre sexualidad, del trabajo sexual, penalización al cliente y persecución a la trata en una entrevista para Radio América (Buenos Aires-Argentina).
«Que se confunda todo con la trata de personas hace que las mujeres que optamos por este trabajo nos veamos hoy inmersas en una clandestinidad mayor» dijo Elena Reynaga en el comienzo de la entrevista al aire para el programa Faro del Alma de Radio América AM 1190 de la ciudad de Buenos Aires.
En una charla distendida, la Secretaria Ejecutiva de Redtrasex compartió sus opiniones acerca del trabajo sexual, de la penalización al cliente y la persecución a la trata. Respecto al tema de la trata de personas para fines de explotación sexual, Elena expresó que hay una confusión intencional entre porque «cuanto mayor es la prohibición sobre nuestra tarea, mayor clandestinidad hay y mayor es el negocio para la policía«.
Al referirse a la reciente media sanción de la ley de persecución al cliente sancionada en Argentina, Elena expresó su preocupación respecto a la aplicación de la misma: «no estamos en contra de la ley, pero sabemos que quien aplica es la policía que son quienes hacen los procedimientos y se llenan los bolsillos«. Esta ley tiene la intención de perseguir a los clientes de trata de personas para fines de explotación sexual, pero contribuye a la clandestinización y estigmatización de la actividad de las trabajadoras sexuales que realizamos la actividad de manera autónoma.
Acerca de la violencia de género, Elena dijo que «pareciera que la violencia es solo que te dejen un ojo negro, pero no. Hay una constante desvalorización de la mujer en los medios de comunicación, descalificándonos como mujeres todo el tiempo, no importa la profesión que ejerzamos. Es tiempo de que se respeten a las mujeres y se nos acepte como decidimos nombrarnos«.
Por otro lado, Elena se refirió a los mitos que existen respecto al trabajo sexual y al VIH: » parece ser que las únicas que tenemos sexo somos nosotras, y no: todo el mundo tiene sexo. El VIH no afecta sólo a las trabajadoras sexuales, sino que afecta a todas las personas».
Por último, Elena habló de un tema importante y aún poco discutido respecto a nuestra actividad y los tabús sexuales de nuestra sociedad. «Es más fácil discriminarnos a nosotras que ir a la raíz del problema que es la represión de la sexualidad» dijo al referirse a la preguntan de porqué los hombres pagan por sexo. Agregó que «hay señores que realmente me despiertan la pasión y -como no le tengo que rendir cuentas a nadie – también me permito pasarla bien. Claro que no es con todos, pero les hago creer que es así. Esa es mi profesión. Si el hombre viene y compra cierta fantasía, yo le doy esa fantasía».