En el marco de nuestro objetivo político de rearticular la organización nacional de Mujeres Trabajadoras Sexuales, como la hubo hace unos años en Chile; nos reunimos los días 16 y 17 de junio en la nortina ciudad de Iquique, compañeras de las ciudades de Arica, Iquique, Antofagasta, Calama y Copiapó.
Dirigentes nuevas y otras líderes que conocemos la organización hace un tiempo, conversamos durante estos dos días sobre la importancia de construir una organización de Trabajadoras fuerte, que trabaje en cada localidad, en cada rincón de Chile, promoviendo los Derechos Humanos de todas nosotras, las Mujeres Trabajadoras Sexuales; ya que ésta constituye la única vía para que logremos conquistar nuestros derechos mínimos como Trabajadoras, como Madres, como Mujeres.
En la actividad, promovida por Fundación Margen y financiada por el Fondo Paraguas Rojos de Holanda, trató temas como derechos humanos, derechos de la mujer, derechos sexuales y reproductivos, derechos laborales, organización y liderazgo, salud y prevención de VIH e ITS, entre otras.
Herminda González, Presidenta de Fundación Margen y Coordinadora Nacional de la RedTraSex, comentó que la importancia de este encuentro, radica en que las trabajadoras que participaron sirvan de monitoras para sus compañeras y “puedan incidir políticamente para que se regule el trabajo sexual en Latinoamérica y el Caribe”, también destacó que es la primera vez que se realiza un encuentro de este tipo en el norte de Chile. “En todos los países del mundo existe el comercio sexual y debe ser regulado. No hablamos de prostitución, ni explotación sexual infantil, tampoco proxenetismo, ni trata de mujeres, esas son cosas distintas. Las mujeres adultas deciden trabajar porque es remunerado y el pago es diario y bueno.”
Por último, las compañeras reunidas criticamos enfáticamente la ordenanza municipal del comercio sexual en Iquique, “sacar a las mujeres y ponerlas a trabajar en la periferia de la ciudad (avenida Circunvalación), nos parece violento, agresivo y discriminatorio, porque ellas nos son trabajadoras las 24 horas al día, también son madres y jefas de hogar. Existe intolerancia en la sociedad pese a que este es el trabajo más antiguo del mundo.”