Medio: El Espectador
Según Medicina Legal de Colombia, una trabajadora sexual tiene 40 veces más posibilidades de ser asesinada. Las investigaciones judiciales avanzan muy poco, en parte por vergüenza de sus familiares.
“A nosotras nos ven como un virus andante o como un peligro. Pero yo no estoy de acuerdo con que nos incluyan en un grupo de población vulnerable. Ahí es donde terminamos perdiendo nuestros derechos”, comenta Fidelia Suárez, quien desde hace siete años está al frente de la coordinación de la Asociación Nacional de Mujeres Buscando Libertad (ASMUBULI), adscrita a la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (Redtrasex).
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