Tenemos una historia para cambiar nuestro futuro.
Un 2 de junio de 1975, en Lyon (Francia), más de 100 Trabajadoras Sexuales ocuparon la Iglesia de Saint-Nizier, enfrentándose a la violencia policial y reclamando seguridad y respeto.
La lucha continúa porque siguen vulnerando nuestros derechos humanos.
A 41 años de ese día las trabajadoras sexuales reivindicamos nuestra historia, y nos seguimos organizando contra la violencia institucional, contra el estigma, por mejorar las condiciones de trabajo, por el reconocimiento de nuestra dignidad como trabajadoras.
Los derechos son universales, sino no son derechos, son privilegios.