En menos de un año enterramos a otra compañera en Nicaragua. A Brenda del Socorro Valle la mataron mientras trabajaba. Estamos de luto de nuevo; ¿Hasta cuándo seremos libres, si en la vida de las mujeres hay intolerancia por nuestro derecho a decidir? Sabemos que no debemos callar si queremos seguir viviendo.
Según el dictamen médico, a Brenda del Socorro Valle la estrangularon, y se cree que fue un cliente. Es la segunda mujer trabajadora sexual asesinada en menos de un año.
El asesinato de Brenda es similar al de Chilo de Estelí, también asesinada mientras trabajaba en Nicaragua, y que no pudo ser socorrida por nadie.
Según la Red de Mujeres contra la Violencia de Nicaragua, en lo que va del año ya son dieciséis las mujeres asesinadas. Y entre 2011 y 2016, 15 mujeres asesinadas eran trabajadoras sexuales.
Desde RedTraSex Nicaragua lamentamos este hecho; ocurrido el miércoles 23 de marzo del presente año en Tipitapa, en Managua. Con el femicidio de Brenda sentimos que sale a flote una vez más el desprecio por la vida de las mujeres y la intolerancia sobre nuestro derecho a decidir.
La violencia física es la punta de lanza de la violencia estructural que vivimos como mujeres. Exigimos una vez más al Estado Nicaragüense declare los femicidio de las mujeres como un problema de salud pública. Al mismo tiempo demandamos un trabajo conjunto para la regulación del trabajo sexual autónomo como garantía de nuestros derechos.
Para nuestra organización es difícil hacer la denuncia pública porque muchas de nosotras trabajamos en la clandestinidad. Sin embargo, sabemos que no debemos callar si queremos seguir viviendo. Nuestra voz se alza hoy para decir basta de violencia hacia las mujeres, basta ya de estigma hacia nuestro trabajo digno. Somos mujeres libres dueñas de nuestras propias vida forjando nuestra historia.
Demandamos justicia, porque juntas somos más fuertes y mantendremos nuestra lucha hasta que las autoridades cumplan su proceso y cumplimiento de las leyes.